Revisando mis libros, encontré el diccionario de ideas afines. Investigaba el tema del nuevo artículo y encontré, según mi criterio y los acontecimientos locales nacionales y mundiales, que vivimos tiempos de muchas injusticias en todos los campos de las actividades que realizamos en todos los países.

Además de cualquier tratamiento, medicación o normas impuestas por autoridades ¿qué podemos hacer para recuperar nuestra tranquilidad, serenar nuestro espíritu y disfrutar la vida a pesar de las circunstancias adversas?

Los grandes hombres y mujeres escribieron la historia de la humanidad, expresada desde sus pensamientos que tienen vigencia en lo largo de los tiempos. Seres humanos de todas las culturas, razas, religiones o creencias conectados a través de la energía.

Es tan importante en el proceso de la humanidad y su desarrollo intelectual que debemos recordar y entender que sin la mujer no habría humanidad. La mujer es vida, es amor, es creación, es inteligencia, creatividad, sacrificio y supervivencia.

El amor es la mayor fuerza con toda la dulzura, potencia, amplitud y usted, amable lector, puede añadir más calificativos, sentimientos, experiencias, actos y más. Podríamos llenar muchas páginas de un libro con frases sobre el amor y aun así nos faltarían páginas.

Hay personas tan inconscientes que pueden hacer cualquier cosa por mantener su poder, su respetabilidad; aunque esto signifique volar el mundo. Pueden poner en riesgo lo que sea para salvar su ego. Y, claro, estas son las personas que alcanzan los puestos de poder, porque son las que lo persiguen.

Estos grandes pensamientos nos permiten reflexionar en los tiempos que vivimos, con muchos problemas, pero uno común a toda la humanidad que afecta la salud de todos en el planeta.

Las consecuencias de la codicia humana, además de relacionarse con comportamientos inmorales, es causa de guerras, de corrupción, de traiciones, delitos y estafas, robos asesinatos, mentiras y más. El codicioso casi siempre se beneficia a costa del resto de la población.

Tratar de entender el arte y la música en su infinita variedad y pretender que todos la aceptemos de la misma forma, es no reconocer la enorme diversidad de la humanidad y de su libertad de elección.

Napoleón dijo: “El cañón mató al feudalismo; la tinta matará a la sociedad moderna”, y yo añado los teléfonos celulares la cambió totalmente y con las nuevas tecnologías tendremos una nueva humanidad híper conectada y permanentemente conectada.

“Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”.Esta cita de John F. Kennedy, sugiere que la pobreza no está solo en la persona, está en el marco de las leyes, las culturas, las religiones y normativas, y la forma en que cada individuo percibe su situación.

Con profunda tristeza observé en mi teléfono un video que está circulando en las redes sociales, donde un niño de 12 años en Acapulco, México, sale disgustado del vehículo que circulaba por una autovía de varios niveles y se suicida arrojándose de una altura de nueve metros porque su madre le quita su teléfono móvil.

Para poder disfrutar de un simple café, tienes que saber cómo ordenarlo cuidando tu salud. Esta breve reflexión "con un poco de humor" grafica la realidad de cómo hemos cambiado en estos últimos meses.

Hay muchos futuros, que sumados al de cada persona, determinan el futuro de cada uno. Así por más que te esfuerces y programes tu futuro, como los caminos y formas de alcanzarlos, estarás sujeto al futuro que tenga la ciudad donde decidas fijar tu residencia, la del país en el que te encuentras y, para hacer corta la reflexión, el futuro que tenga nuestro planeta.

La riqueza, en su sentido más general, es cualquier cosa que colme necesidades o deseos. Y un sistema de riqueza es la forma en que se crea riqueza, monetaria o no, temática que me vino a la memória después de la tragedia vivida, con motivo de un fuerte terremoto.

“La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es ¿Qué quiere una mujer?” Sigmund Freud