Un manifiesto para construir......

• Territorios más inclusivos
  

• Seguros, feministas y equitativos
  

• Fuera la violencia hacia las niñas
  

• Trabajo sin brecha salarial
  

• Eliminación de las violencias machistas
  

• Políticas y estrategias de género
  

• Una sola palabra: ¡IGUALDAD!!!

Desde el mundo, este 8 de marzo, “Día Internacional de las Mujeres” reivindicamos la necesidad de seguir trabajando día a día para construir territorios más inclusivos, más seguros, más feministas y más equitativos.

Es crucial que, desde la diversidad, los feminismos tejamos redes internacionales y locales en defensa de la paz y la cooperación, construyamos resistencia y sororidad y que las agendas feministas se traduzcan en acciones concretas en el ámbito local. La brecha salarial, las violencias machistas, la sobrecarga de las curas, los derechos sexuales y reproductivos, la precariedad o la feminización de la pobreza, son algunos de los retos globales que todavía tenemos por adelantado y las políticas locales son una herramienta fundamental para abordarlos.

Es por eso que acontece urgente que desde las instituciones democráticas, desde todos los ámbitos de gobierno y desde los ayuntamientos, como administración más próxima a la ciudadanía, asumimos la responsabilidad incorporando el feminismo en nuestra acción cotidiana y dotando las políticas de género de la centralidad y de los recursos necesarios para poder continuar avanzando en la construcción de una sociedad inclusiva, que garantice los derechos de todas las personas.

Hay que transformar estructuras, instituciones y conciencias para poder avanzar en la consecución de territorios equitativos y sostenibles que pongan la vida y a las personas en el centro. Las políticas feministas transversales e interseccionales son esenciales para abordar las necesidades prácticas inmediatas y realizar cambios estructurales, reconociendo y visibilizando que estamos atravesadas por desigualdades y precariedades diversas frente a la heteropatriarcado, el racismo, el capacitismo, el trabajo asalariado y las curas.

Desde las concejalías y departamentos de feminismos e igualdad, hace muchos años que trabajamos para integrar la perspectiva de género en todas las áreas de la sociedad, pero no lo podemos continuar haciendo en solitario, la igualdad es responsabilidad de todos y de todas. La transversalidad de género se vuelve una estrategia fundamental para identificar y abordar las desigualdades en políticas, programas y proyectos. Desde la educación, la cultura, el deporte, la salud, el urbanismo, la vivienda, la justicia y la ocupación, entre otros, la igualdad tiene que ser un principio rector en todas nuestras acciones.

Por todo esto, desde el mundo local arreciamos nuestro compromiso para seguir trabajando en la construcción de municipios feministas que pongan la vida en el centro, inclusivos, sostenibles, equitativos y que garanticen la protección de los derechos de las mujeres.

Como reivindicación histórica del movimiento feminista, y ahora más que nunca, en un momento como el actual, es necesario subrayar la globalidad de la defensa de los derechos de las mujeres y niñas desde el mundo local en la escala internacional.

La realidad que nos rodea asusta y no nos deja indiferentes. Continuamos viviendo en un mundo donde la guerra es la más grande de las realidades. Hay que vivimos la guerra desde la distancia. Hay otras muchas que la viven y la sufren en primera persona. Y NO, NO podemos callar, NO queremos callar, NO nos callarán!!! Las guerras son presentes a varios lugares del mundo, como el Yemen, Siria, Gaza, Afganistán, Ucrania, Somalia y a tantos y tantos otros países. La crónica bélica todavía domina nuestra sociedad, la violencia hacia niñas y mujeres se generaliza en los conflictos y en los desplazamientos forzosos que ocasiona, sus cuerpos son concebidos y utilizados como campo de batalla, y como territorios violables de conquista y colonización por medio de la fuerza.

A la vez, basura visible también el papel de las mujeres como sujetos políticos, comunitarios y sociales, en la denuncia pública de las múltiples violaciones de derechos humanos, en la supervivencia de la vida cotidiana, así como en la construcción de redes que sostienen los territorios y las comunidades.

Cómo proclaman las Naciones Unidas, la igualdad de género continúa siendo lo mayor desafío en materia de derechos humanos y la piedra angular para construir sociedades inclusivas. A pesar de los adelantos logrados, los derechos de las niñas y las mujeres todavía no están garantizados y enfrentan posibles retrocesos mientras el patriarcado, el machismo, la heteronormatividad, el racismo, el colonialismo, el militarismo y el imperialismo continúen impregnando las estructuras sociales, políticas y económicas en todo el mundo, en alianza con el capitalismo y el adelanto del conservadurismo y la extrema derecha.

“La plena garantía de los derechos humanos de las mujeres
no se puede postergar más, ¡tiene que ser ahora!!!”