Crónica política de l'Estat català......

  • Del autor Aleix Sarri i Camargo

  • Editado por‎ Comanegra

  • Grandes episodios y los protagonistas

  • La relación de Cataluña con Castilla (ahora España)

  • Confrontación y represión

  • Encarcelamientos, exilio, expolio

  • Persecución lingüística

  • Lucha y conflicto constantes

Este libro con el titulo original en catalán “Ànima de república: l'Estat català”, repasa con estilo narrativo grandes episodios y los protagonistas (desde los más célebres a los más anónimos) de la crónica e historia política a la raíz de la identidad catalana de estos tres siglos (1409-1714) que a menudo son un espejo inquietante de la relación actual entre Cataluña y España.

Iniciamos el 31 de mayo de 1410 con Martí l'Humà (Martín el Humano) que muere sin un heredero claro y provoca una pérdida crucial. Martí fue el último soberano catalán: la corona catalanoaragonesa pasaba en manos de un rey forastero, y el proyecto castellanitzador ponía la directa. Desde entonces, la relación de Cataluña con Castilla (después, España) ha sido una espiral sin fin de confrontación y represión. Encarcelamientos, exilio, expolio, persecución lingüística y choque detrás choque entre dos culturas políticas antagónicas. La derrota de 1714 fue la estocada final en unos siglos de lucha y conflicto constantes en que el pueblo catalán dejó suficientes muestras de su anhelo de libertad, su alma de república y su capacidad de recuperarse de los peores desaguisados.

“El pueblo catalán dejó suficientes muestras de su anhelo de libertad,
su alma de república y su
capacidad de recuperarse de los peores desaguisados
”.

Partes del contenido/Índice

PARTE 1. CATALUÑA PIERDE EL CONTROL
1.Martí l’Humà y el fin de la dinastía real catalana
2.Los amores de Joan I y la traición del papa Benedicto XIII
3.Caspe y la primera guerra de Sucesión
4.Joan Fiveller
5.Alfonso el Magnánimo. El rey de los poetas que dejó Cataluña casi viuda
6.La Busca, la Viga y un cronista entre gajos
7.El príncipe de Viana, Joan II y la victoria republicana de Vilafranca
8.Una guerra para deponer un rey
9.Pedro IV de Portugal, el intento catalán de deshacer Caspe
10.Francesc de Verntallat y la larga revuelta campesina
11.Fernando II y Jacme Destorrent: despolitizar Cataluña para dominarla
INTERLUDIO
12.Carlos I y los catalanes: vida y conflicto en la periferia del imperio

PARTE 2. CASTELLANIZACIÓN Y REVUELTA POLÍTICA
13.La Generalitat, encarcelada: la crisis de 1569
14.La asimilación de los Requesens y el fin del alta nobleza catalana
15.La conquista castellana de Montserrat
16.El asedio de Felipe II contra Poblet y la Iglesia catalana
17.Joan Granollacs, el primer exiliado político catalán
18.Los virreyes castellanos y los presos políticos de 1602
19.Al servicio de Madrid: auge y caída de los hermanos Franquesa
20.Olivares contra Claris: la revuelta de los segadores
21.El cardenal Richelieu y la República catalana de 1641
22.la revolución catalana de 1640 y la muerte de Pau Claris
23.El dilema de Castilla: ¿conservar Portugal o Cataluña?
24.Los hermanos Fontanella en las negociaciones de Münster
25.La caída de Barcelona: peste, hambre, represión y traición a la francesa
26.La partición de Cataluña y el exilio de la guerra de los segadores

PARTE 3. EL FIN DEL ESTADO CATALÁN
27.Después de 1652: inhabilitaciones, plagas de saltamontes y la valentía de los hermanos Saiol

Introducción del autor

Este libro es producto de ocho años de trabajo: centenares de lecturas, conversaciones y borradores obsesivos, lo confieso. Años de muchas visitas y caminatas, y de tantos compromisos que han pasado en un segundo plan. Quizás es el proyecto concreto al cual he dedicado más tiempo. Es fruto de una urgencia y una obsesión para conocer hasta el último detalle de nuestra historia —cosa que, evidentemente, no he pretendido hacer caber al papel—. Y no querría engañar a nadie: este libro existe porque Cataluña no aconteció un estado independiente en 2017. Es extraño, pero es así.

El proyecto de Alma de república no nace de una vez, sino a partir de tres instantes. El primero es el anochecer del lunes 30 de octubre de 2017. El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y la mitad del gobierno que organizó el referéndum del 1 de octubre llegan a la puerta de casa mía, en Bruselas, además de mil kilómetros de nuestro país. El día siguiente yo mismo me encargo de organizar una conferencia de prensa que hace la vuelta en el mundo y el presidente anuncia su llegada al exilio. En el jefe de dos días, los consejeros que se habían quedado en Cataluña eran encarcelados.

En aquel momento yo trabajaba en el Parlamento Europeo. Los exilios parecían cosa de otra época, y los encarcelamientos por motivos políticos, una rareza de países dictatoriales. La ocupación militar o policial había sido una amenaza recurrente de las élites postfranquistas, sí, pero tenía un punto irreal. Hasta entonces. La pregunta surgió suela: ¿cuántas veces había pasado, aquello? ¿Cuántos catalanes habían sufrido el exilio, la prisión o la inhabilitación a lo largo de la historia? No tenía la respuesta exacta, ni la tengo ahora. Pero sí que creo que el relato histórico que se construyó en la hora más oscura del franquismo hace tiempo que no nos sirve. Estas páginas son mi intento de revertirlo.

El problema de los catalanes no es que perdiéramos el 1714 o el 1939, sino que generación detrás generación hemos sufrido la represión castellana para defender las libertades de nuestro pueblo. A veces solo han pagado directamente las élites, a veces miles y miles de personas anónimas. Pero las consecuencias de las prohibiciones, de la ocupación, de la violación de las leyes y constituciones catalanas, de la aniquilación de las instituciones propias..., las hemos pagado todos. Y todavía las pagamos.

Segundo instante. Somos a mediados de octubre de 2017, y empiezo a leer un libro que me marcaría de forma decisiva: El intento franquista de genocidio cultural contra Cataluña, de Josep Benet. Fue hojear las primeras llanuras y quedar patitieso. Benet recogía un montón de prohibiciones del catalán desde el siglo XVIII, de las cuales yo apenas sabía nada. hubo una que me impactó por encima de todas las otras: la prenda que obligaban a llevar a los niños que osaban hablar en catalán en la escuela, que se tenían que pasar entre ellos si algún compañero o compañera cometía el crimen de habla nuestra lengua, y que comportaba el castigo físico.

Impactado, se lo expliqué a mi padre por si sabía algo. Tampoco la conocía. Entonces, me contó por primera vez la historia del cuchillo. Cuando el padre era pequeño, en la casa donde nacieron él y nuestros antepasados, en Lladurs, descubrió que a la vieja tabla de la cocina, en un cajón, había el principio de una cadena. Él debía de tener menos de diez años, y, extrañado, le preguntó a mi abuelo Ramon por qué tenían aquello a la mesa. La sorpresa fue cuando el abuelo le explicó que aquella cadena era allá porque antiguamente los catalanes habíamos tenido prohibido tener cuchillos a casa; solo podíamos tener uno, y ligado a la mesa. Mi padre no lo sabía, pero aquella medida provenía de un edicto de Felipe V después de la derrota de 1714. Doscientos cincuenta años después, el candado todavía estaba. ¿En cuántas casas de Cataluña pasó esto?

Tercer instante. Me encuentro trabajando en el Palau de la Generalitat de Barcelona. La galería gótica, la ancha escala de piedra, las gárgolas, la torre todavía con agujeros de bala, el salón SantJordi... Y sobre todo, el pati dels Tarongers, elegante, único en todo Europa. Aquello no era la simple sede de un gobierno, sino el corazón político de nuestra nación desde el siglo XV. Un edificio que a grandes rasgos no ha cambiado mucho desde hace centurias y que ha vivido en primera persona cada acto de gobierno, cada conflicto de nuestro país. Empecé a leer sobre Pau Claris y aquello fue el clic final. Entender los motivos que llevaron su generación a proclamar una república catalana me mostró hasta qué punto nuestra relación con España, con la grande Castilla, es un bucle, una espiral sin fin de confrontación política y de represión. Un choque constante entre dos culturas políticas antagónicas.

He escrito este libro para poner nombres y apellidos a la historia de tantos catalanes que han pagado el precio de defender la libertad del país. Para demostrar que el carácter represivo del estado español no es anecdótico, sino un disparo estructural de su natura. Y para acercarnos al fondo del alma republicana de Cataluña, que no solo confronta el rey y el poder establecido a Madrid, sino que también lucha para ensanchar sus libertades sociales. Alma de república empieza aquí, con los años que van de la muerte de Martín el Humano a la derrota de 1714, pero continuará, con la historia que llega a nuestros días.

Propongo una relectura de quién somos como país para la cual son clave los historiadores que me han nutrido, como Eva Serra, Antoni Simon, Agustí Alcoberro, Núria Sales, Miquel Pérez Latre, Rosa Lluch, Antoni Torres i Ribé o Joaquim Albareda, entre otros muchos; libro detrás libro, artículo detrás artículo, me han hecho descubrir mil detalles que desconocía de nuestro pasado. Tengo un agradecimiento especial hacia el Ángel Casals, de quien no solo he aprendido mucho, sino con quién desde el momento que nos conocimos establecimos una gran amistad; si este libro existe es gracias a su maestría y en las horas que hemos compartido. También a Albert Garcia Espuche, que con su obra y amistad me ha hecho entender que la historia, la ciudad y la tierra que pisamos forman un todo indestriable.

Incluyo capítulos o fragmentos dedicados en el encaje de la geopolítica catalana con Europa, referencias a fenómenos climáticos o alimentarios, e intento remarcar regularmente el vínculo entre la literatura y la política del país. Si en el mundo del arte no se puede separar la obra de su autor, tampoco se puede separar ’artista de su nación, ni se puede entender la política del país sin entroncarla con la del mundo que lo rodea. También he procurado dar importancia a las localizaciones principales de nuestra memoria, para que el lector pueda andar, a menudo literalmente, por la historia del país.

No somos seres de luz, y hemos tenido de todo, como todos los pueblos. Pero nuestra situación nacional no es producto de una tara colectiva, sino del hecho que el poder que rae en el corazón de Castilla ha decidido aplicar la fuerza en prácticamente todos los momentos que se ha visto en una disyuntiva histórica. En este libro encontraréis, pues, episodios de un largo conflicto, protagonizado por un pueblo que no es ni mejor ni peor que cualquier otro, pero que tiene el mismo derecho que el resto a gobernarse por sí mismo. Si hay algo que nos define no son ni las divisiones ni las derrotas, que todos los pueblos tienen, sino el hecho que somos una nación que, sea con cuerpo de estado, de provincia o de comunidad autónoma, siempre ha conservado una alma y un espíritu propios de una república.

Biografía del autor

Aleix Sarri y Camargo (Barcelona, 1985) es licenciado en Biotecnología a la UAB y máster en Relaciones Internacionales por la IBEI. Hace más de quince años que trabaja de asesor político, casi siempre con un pie en el Parlamento Europeo, y actualmente es encargado de relaciones internacionales y Países Catalanes de Juntos por Cataluña. Es coautor de «La Europa que han hecho fracasar» (2014) y autor de «La Unión Europea en peligro» (2016). Escribe regularmente a Nación Digital y ha publicado artículos en varias cabeceras catalanas e internacionales.

Imagen-portada: Portadas del Libro – composición de la redacción Capital2020
Fuentes e Imágenes: Editorial‎ Comanegra/Autor Aleix Sarri/Wikimedia Commons - lliures